Beber en Japón…
Y después de Corea, ¡Japón! A COMAC le interesa el oriente y al oriente va, pues es una empresa muy dinámica que ya está presente prácticamente en todo el mundo.
Y después de Corea, ¡Japón! A COMAC le interesa el oriente y al oriente va, pues es una empresa muy dinámica que ya está presente prácticamente en todo el mundo.
En cuanto uno llegue a Japón, enseguida se asombra por la enorme cantidad de distribuidores automáticos de bebidas, vending machines o, en japonés, jidouhanbaiki: cualquier tipo de bebida está a disposición las 24 horas, incluso la cerveza, pues los chicos japoneses saben muy bien que no pueden tomar cerveza y, por lo tanto, no lo hacen.
Cerveza, sakè, shochu, nihonshu, agua, té verde y no, cola, café, zumos de fruta, soft drinks de sabores y colores increíbles. Es casi imposible encontrar a un japonés que no lleve una botella de alguna bebida.
Nadie empieza una reunión de trabajo sin que haya en la mesa agua, té y café... nadie empieza a charlar sin antes llenarse una copa.
La cerveza, llevada por los holandeses en el siglo XVII, parece casi un mundo a parte: no existe en Japón una casa donde no hay cerveza. ¡Sería impensable! A todos los japoneses les gusta la cerveza. La que prefieren es una lager dorada y con un regusto delicadamente amargo. Si el contenido de malta es inferior al 67%, ya no hablamos de cerveza sino de happoshu, una bebida muy amada; a partir del 2004, también se ha difundido mucho la happosei, el tercer tipo de cerveza, a base de semillas de soja.
En Japón hay FERIAS CERVECERAS cada semana, sobre todo para promover la cerveza artesanal, recién nacida en el país. Por supuesto, no podía faltar la Oktober Fest, organizada como la original alemana para ofrecerle a los japoneses un viaje virtual a la capital de la cerveza.
La venta de cerveza sube de manera increíble para el día de los padres, que se celebra el segundo domingo de junio: ¡nada mejor que regalarle a tu padre una caja de cerveza!
Una cosa muy importante que hay que remarcar: la cerveza sin espuma, en Japón, no se puede ni llamar cerveza; por eso han inventado una máquina que agita el vaso de cerveza para producir la espuma.
En un país que ama tanto la cerveza, ¡no podía faltar un rascacielo en forma de caña! Date una vuelta por Asakusa en Tokyo y lo verás, ¡con espuma y todo!
¿Y tú? ¿Conoces alguna cerveza japonesa?¿La has probado alguna vez?¡Nos gustaría conocer tu opinión!
